Hacía mucho que no participaba en una manifa y la de ayer me devolvió las ganas de seguir luchando para cambiar las cosas... Cada uno sabe cuáles son sus mejores armas para combatir, y en mi caso, creo poder decir que es la poesía. No escribo solo para desahogarme, sino para denunciar todo lo que veo en el mundo y me duele, y por ello, hace unos años sentí la necesidad de escribir por Volante, aquel bello toro que fue asesinado por los monstruos de Tordesillas. Hoy quería compartir con vosotros aquella poesía que le escribí (con permiso de Lope y Violante). A lo mejor hoy no la hubiera escrito de esta forma, pero me niego a retocarla, esta poesía surgió así de aquella herida, de aquella pluma impotente con la esperanza de clavarse en el corazón de algún monstruo... Un soneto me manda hacer Volante, ya como espíritu de una vida arrancada, que ha sucumbido tras ser lanzada la última lanza del matón matante. Tradición abominable de tortura, ¡no es arte! ver cómo reduc...